El ligamento cruzado anterior suele lesionarse con mayor frecuencia en deportes como el rugby, el ski alpino, el baloncesto y el fútbol. Puede darse también junto con una lesión del ligamento colateral medial y el menisco medial.
Biomecánicamente, el ligamento cruzado anterior evita que se produzca un desplazamiento anterior de la tibia respecto al fémur. Las lesiones del mismo incrementan el riesgo de que la rodilla desarrolle osteoartritis prematura.
Dentro de los factores intrínsecos podemos encontrar una mala alineación de la extremidad, laxitud anteroposterior de la rodilla y la pronación producida de la articulación subastragalina. Por otro lado, se observan factores extrínsecos como la interacción del calzado con el terreno, la superficie de juego y las estrategias alteradas del control neuromuscular.
Paciente femenina de 18 años que acude al centro médico con dolor e inestabilidad en la rodilla derecha, e impotencia funcional en el miembro inferior derecho, debido a una mala caída en un salto de baloncesto. Es estudiante de bachillerato y tres días a la semana entrenaba a dicho deporte.
Comenta que notó un chasquido en el momento de la lesión, seguido de una sensación de luxación, siendo incapaz de incorporarse a la actividad deportiva.
En la exploración física se observó la pérdida de los contornos de la articulación e infamación. El test del cajón anterior dio positivo. Se confirmó la rotura mediante resonancia magnética.
Debido a la edad, el grado de inestabilidad y limitación funcional de la rodilla y tratarse de una persona que quiere continuar en alto nivel competitivo, se decide optar por el tratamiento quirúrgico, no entraremos en debate sobre este tema que daría para una entrada por si sola.
En el body chart está reflejada la zona de dolor de la paciente.
En total, se pautaron 30 sesiones de fisioterapia donde se aplicaron los siguientes tratamientos:
Primeras 10 sesiones:
20 sesiones posteriores:
Los resultados de este caso clínico demuestran que un tratamiento de fisioterapia que combina técnicas de terapia manual ortopédica y ejercicio terapéutico produce mejoras significativas en pacientes con inestabilidad tras una cirugía de ligamento cruzado anterior.
Realizar un programa de entrenamiento orientado al aumento de la movilidad y la fuerza muscular, la mejora del control motor y estabilidad, y la propiocepción es fundamental para mejorar la función del paciente y evitar el riesgo de una nueva lesión.